Esta familia quería disfrutar de un vergel florido todo el año, las plantas tropicales y las bugambillas les acompañan siempre
El corazón de este chalet tiene el techo de cristal y está saturado de naturaleza
El cielo y el sol entran y vitaliza al canario, a las buganvillas, a las begonias, a las plantas tropicales, que disfrutan del jardín en verano
Gracias a esta protección nos siguen regalando su belleza y frondosidad en invierno
Todas las estancias comunes se abren al invernadero además de al jardín. La colaboración de paisajistas y arquitectos en la fase de diseño permitió crear este oasis