Este jardín quería integrarse con el inmenso bosque que separa Madrid de Torrelodones
Para salir al aire libre del propio jardín había que bajar una empinada escalera quedando una terraza hundida entre setos de arizónica
Se elevó el jardín para que continuara en el nivel del salón
Cambiando por completo la percepción del jardín desde el porche y sus vistas
En los meses cálidos se puede disfrutar de la sombreada espesura, una pradera soleada o la ducha de agua templada por el sol
Esta ducha se ha realizado integrada en el paisaje bajo una pérgola de metal la cual que proporciona el agua templada perfecta para refrescarse
El parque natural de la Cuenca alta de Manzanares inspira a sus habitantes en su creativo trabajo 6 meses al año
Además, la meseta ajardinada, parcialmente cubierta, hizo aparecer unas placenteras vistas de Madrid a través de los bosques de encinas
Disfrutar de unas bellas vistas sobre el “sky line” de Madrid que antes ¡No existían!